David Montoya, uno de los YouTubers más populares y estrafalarios de Chile, sorprende con la frescura en la que retrata la vida de los adolescentes en la era de las redes sociales. A David le ha pasado de todo: conoció a varios pasteles —que bien poco tenían de dulce— que le rompieron el corazón, logró liberarse de las cadenas prejuiciosas de la sociedad chilena y alcanzó el cielo gracias a la instantaneidad de internet y el poder de sus tacos bien altos. Pero aún le queda una última prueba; el verdadero amor.